Jay Chung y Q Takeki Maeda, exposición Auratic Narratives en el Kunstverein de Colonia
El amigo que me invitó a la exposición de Jay Chung (1976 Madison, USA) y Q Takeki Maeda(1977, Nagoya, Japón) en el Kunstverein de Colonia me advirtió, “son conceptuales hardcore”. Y en efecto, su trabajo tiene muchas afinidades con el arte conceptual, por ejemplo: distanciamiento, normas que articulan el trabajo, una neutralidad que cuestiona la autoridad y el rol del autor, la conciencia del contexto y de como se distribuye o se exhibe el arte. La diferencia es que Chung y Maeda trabajan en tiempos de la post verdad, donde las emociones conforman la realidad y la realidad no es siempre verdad.
El título de la exposición, Auratic Narratives (narrativas auraticas) se refiere al hecho de que es habitual contar una historia, articular un relato, sobre un artista o sobre un grupo de trabajos para crear un aura que, no solo contribuye a aumentar sus cualidades de autenticidad y excepción, sino que crean unas “expectativas de ficción” (Ficcional expectations, un termino que toman de la economía) sobre un éxito (aurático) que se realizará en el futuro. Estas narrativas, de las que este texto es un ejemplo, se repiten colectivamente en el mundo del arte.
La exposición se divide en 4 capítulos ( uno en cada piso del Kunstverein) que consta de un largo texto introductorio y un conjunto de obras. Chung y Maeda han trabajado juntos durante mas de 18 años y cuando se expresan lo hacen como un Yo; solo que el discurso de este yo parlante está compuesto por una amalgama de citas tomadas de distintas fuentes artísticas (libros, revistas, Facebook). Como no dejan nada al azar, los textos utilizados y las obras que muestran en la exposicion corresponden al mismo periodo de tiempo, del 2006 al 2019, de manera que obras y discursos van paralelos en el tiempo.
El texto del primer capítulo inmediatamente lo deja claro, “Odio competir, pero la realidad es que los artistas estamos abocados a una carrera”, y continúa relatando las maniobras que hay que hacer para tener éxito. Si las narrativas introductorias tienen un tono emocional con el que es fácil empatizar, las obras, sobrias y herméticas, desprovistas de texto introductorio que nos dé acceso, evidencian que el aura sin narrativa no es suficiente.
A lo largo de toda la exposición la relación entre texto y Obra adoptada multiples formas. Los siete grabados de Untitled (2006), que semejan bonitos dibujos geométricos, son las siete frases utilizadas en la nota de prensa de su exposición en la Galería Isabela Bartolozzi de Berlín, transformadas en un árbol sintáctico. De manera que la relación obra-texto queda enlazada en una cinta de Moebious, la nota de prensa esta en la obra y la obra es la nota de prensa.
A lo largo de toda la exposición la relación entre texto y Obra adoptada multiples formas. Los siete grabados de Untitled (2006), que semejan bonitos dibujos geométricos, son las siete frases utilizadas en la nota de prensa de su exposición en la Galería Isabela Bartolozzi de Berlín, transformadas en un árbol sintáctico. De manera que la relación obra-texto queda enlazada en una cinta de Moebious, la nota de prensa esta en la obra y la obra es la nota de prensa.
Dos años más tarde, para su exposición en la misma galería, idearon la estrategia, o la regla, de hacer colocar en cada esquina de la galería, incluyendo oficinas y cuartos de baño, un armario triangular acorde al tipo de espacio burgués de la galería. Este gesto duchampiano, elegir un objeto común, “estéticamente anestesiado” con ausencia total de buen o mal gusto, dejan la interpretación en manos del espectador. En el Kunstverein no muestran los armarios sino fotos de la instalación, otra forma tradicional de circular las obras y prolongar su vida que en este caso aumenta su significado elusivo.
Todas las obras de este capítulo muestran una atención al contexto dónde fueron realizadas, a menudo fijándose en historias periféricas que se cruzan en su camino, como si fueran autistas en un mundo regido por la eficacia. Así los retratos simbólicos de las mujeres (mujer, hija, nieta) del conocido
galerista Alfred Schmela, parte de cuya correspondencia han rescrito como si la explicaran. a un tercero. Un proyecto que empezaron porque su espacio estaba encima de la galería donde Chung y Maeda exponían.
El texto del segundo capítulo, aborda la importancia de construir una red (network) para estar arropado en el medio artistico, aunque hacia el final del texto aparece la fatiga y la disfunción de la híper-conectividad.
En las paredes, pequeñas fotos en blanco y negro resultan intrigantes y atrayentes.
Son copias de las fotos de Teruo Nishiyama, que a pesar de no tener contactos en el circuito artístico, en los años 60 fotografió las acciones más vanguardistas de Japón y las documentó prolijamente en una libreta que ahora es una referencia para los historiadores. Además de la copia de las fotos, Chung y Maeda han realizado, Jay Chung and Q Takeki Maeda+ Teruo Nishiyama, que consta de tres publicaciones, un facsímil del original, la libreta traducida al inglés y otra libreta donde muestran el recorrido que hicieron los artistas por los mismos lugares en 2017.
En el espacio contiguo, la sala de reuniones, colgadas a distintas alturas, diez banderolas de colores con la frase”10 años de Jay & Q” junto a un dibujo de dos caballos que en cada banderola llevan un sombrero distinto, parecen preparar una fiesta
Con el dinero de producción de la exposición que celebraba sus 10 años juntos en Redcat, Los Ángeles, patrocinaron el premio del campeonato de saltos de caballo de Ladenburg, Alemania y estas banderolas adornaron la pista de carreras durante la competición. Esto es característico de su trabajo, más que criticar las convenciones artísticas o institucionales suelen jugar con ellas complicándolas con unas estrategias de extrañamiento, que dan a la obra una cualidad escurridiza.
En la misma sala dos monitores, muestran la película, Unttitled , 2015. Una película que encargaron a los cineastas Lev Kalman and Whitney Horn dándoles total libertad para escenificar los diálogos que habían escrito. En ella tres jóvenes de clase acomodada juegan al ping-pong en un jardín frondoso mientras se quejan del declive y la falta de rigor de los artistas jóvenes
Hay una extrañeza entre el entorno y los diálogos, que a pesar de su aparente cohesion están compuestos de fragmentos de declaraciones y textos de tres generaciones de artistas del siglo XX. Resulta sorprendente constatar cómo cada pléyade piensa de si misma que fue innovadora y rigurosa mientras se siente decepcionada del trabajo de los artistas que les siguieron. Una historia que humaniza las narrativas sobre las figuras de la historia del arte.
El texto del tercer capítulo tiene un tono más sombrío. Refleja los tiempos difíciles que vivimos, las acusaciones públicas entre artistas a través de la prensa y las redes sociales, donde avergonzar al otro refuerza nuestra virtud. En la sala, la grabación, The teeth of the Gears, 2011, (Los dientes de los engranajes) narra en primera persona, con un lenguaje casi literario, entretenidas historias de un agente cultural sobre los tejemanejes y ardides del medio artístico, aunque no sabemos si son ciertas. Mas allá, la sorprendente traducción al japonés del libro de Hans Ulrich Obrist, Interviews, Vol 1, que se tomaron la molestia de realizar y exponer en Europa.
Cerca, tres obras alrededor de Luis Vuitton que se postulan para aumentar el aura de esta marca tan influyente en los engranajes del arte. La primera es Concept Drawing for Louis Vuitton Auditorium 2007, el dibujo de un auditorio que reproduciría el interior de un bolso de la marca, la segunda, la grabación Audio Program for Louis Vuitton Auditorium, 2007, que cuenta la vida del fundador como una historia de superación ; y la tercera, una enorme cortina de un color supuestamente característico de la marca.
En el texto del cuarto capítulo se pregunta por su situación ahora, en estos momentos en qué, en la sociedad y en el medio artístico, el 1% posee más que el 99% restante. Aquí el espacio de exposicion, de pequeño tamaño, está cerrado por un cordón debido a ciertas normativas de seguridad del edificio. Desde fuera podemos ver tres obras, dos pertenecen a series expuestas. La tercera es la foto de un tiburón que pertenece a una serie suya conocida, Untittled, 2018, que muestra fotos de tiburones en el mar haciendo evidente la imposibilidad de exponer la imagen de un tiburón sin que se asocie al famoso tiburón en formol de Damien Hirst , La imposibilidad física de la muerte en la mente del vivo. Y este es uno de los discursos que recorren toda la exposición, la evidencia de que el arte es una práctica intelectual colectiva, articulada por ideas, creencias, valores, gestos o experiencias comunes a todos, a pesar de que, remedando los modelos sociales del capitalismo ultra liberal, las narrativas auráticas crean mitologías alrededor de una persona o un objeto.
una critica similar, en ingles, publicada en art-agenda
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