domingo, 30 de octubre de 2016

Los sorprendentes mapas antropomórficos de Opicinus de Canistris


Opicinus de Canistri, (24 December 1296- 1353)  fue sacerdote, funcionario y escriba en la corte papal, en los años en que el papa Juan XXII la trasladó a Avignon. Allí en 1334, sufrió lo que, por la descripción, parece un ataque cardiaco, quedando paralizado, sin capacidad de habla y con poca memoria. Durante su enfermedad Opicinus tuvo una visión divina, que según el mismo describió :  a través de sus "oculos interioribus" le fue dada una nueva vision del mundo, en la que el mar y la tierra adquirían formas y atributos humanos. 

Lentamente se fue recuperando. En cuanto pudo mover el brazo y la mano derecha –una curación que interpreto como una señal divina, ya que, según escribió, solo se movían cuando los utilizaba para representar su visión, empezó sus series de mapas y gráficos. 


 Detalles de dos mapas, donde se observa la Peninsula Ibérica convertida en la cabeza de un cuerpo, con un monstruo a su derecha en la primera imagen, y enfrente Africa convertida también en personaje.




Los mapas de Opicinus se conservan en dos manuscritos de la Biblioteca Vaticana, fechados 1330 y 1340. "Vaticanus", escrito como un diario de su vida espiritual quizás no destinado a un público más amplio.  Su contenido toca todos los dominios: teología, astronomía, literatura, medicina, vida cotidiana, pero la geografía y la cartografía ocupan una lugar preponderante.Las cartas antropomórficas propiamente dichas aparecen en la segunda mitad de este manuscrito, donde hay 23(sobre 34 dibujos en total)
 
El segundo manuscrito "Palatinus"consta de una colección de 27 hojas de pergamino sueltas de mayor tamaño, con dibujos en ambos lados. El Palatinus fue encuadernado en el siglo XVII y no se sabe su orden, si es que lo hubo.  Sus dibujos son diagramas totalizadores que intentan situar la nueva imagen de la tierra dentro de los sistemas epistemológicos existentes: temporal, eclesiástico, etc,y lo hace combinando diversas fuentes: visuales, astrológicas, científicas, religiosas. Se diría que Opicinus buscaba una representación que ilustrara la relación entre ser y cosmo o entre cosmos y la iglesia 

Durante la edad media no era inusual que mundo y cuerpo se solaparan en los mapas. Algunos mappaemundi   organizaban el territorio sobre el cuerpo de Cristo y también los dibujos astrológicos mostraban figuras humanas  en el centro de las redes planetarias o cósmicas. Sin embargo los dibujos de Opicinus de Canistris son extraños, tanto en el contexto medieval como en el actual. La superposición de los cuerpos, los juegos alegóricos, la imaginería sexual que aparece, los juegos espaciales y de escala, los hacen excepcionales y enigmáticos. Además Opicinus conocía y utilizaban las técnicas cartografias más avanzadas de su época, los mapas marinos llamados portolano
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La obra de Opicinus fue redescubierta a principios del siglo XX.  A través de Franz Earle, que buscaba mapas astrológicos, llego al circulo de historiadores austriacos y alemanes de Aby Warburg.  Richard Salomon fue el primero que lo estudio, publicando en 1936 un análisis de los principales elementos del Palatinus. Sin embargo consideraba a Opicinus un sujeto patológico, obsesionado por el pecado y lleno de compasión por si mismo.  Después de él,  distintos estudiosos lo calificaron como un artista psicótico,  y las aproximaciones a sus dibujos partían siempre de la idea de que eran la expresión de sus patología.


En 2008, Muriel Laharie,  tradujo los textos del Vaticanus, aunque bajo su idea de que Opicinus era un perturbado.   Los últimos  estudios sobre los mapas de Opicinus han ido mas allá de su "enfermedad mental", superando los prejuicios sobre la falta de capacidad intelectual o artística de los psicóticos.
El ultimo estudio de Sylvaine Piron, se acerca más a la lógica interna del trabajo de Opicinus, ya que no niega la personalidad psíquica de Opicinus. Piro toma la "dialéctica del monstruo" del propio Warburg, para referirse a los conflictos interiores, no exentos de sufrimiento, contradicciones y luchas contra uno mismo, que padecía Opicinus, pero considera su psicosis como una enfermedad cultural. como síntoma de la situación histórica. Europa en el siglo XIV vivía una gran crisis política entre el papado y las monarquías europeas, así como un alto grado de corrupción en la Iglesia. Petrarca llamó a la corte de Avignon "la babilonia del Este". Opicinus vivía, como parte de sus propias faltas, las contradicciones de una Iglesia venal que acumulaba riquezas mientras predicaba la pobreza y cuyos lascivos y corruptos sacerdotes en "pecado mortal" administraban los sacramentos a los fieles.  Su esquizofrenia era la esquizofrenia de la Iglesia. En este periodo oscuro, Opicinus -que se  cree imbuido de inspiración divina- busca encontrar, a través de sus topografías,  como la naturaleza divina se refleja en las cosas terrestres, o cual era las relaciones entre el mundo visible, externo, y el mundo invisible, interno de la verdad espiritual.


                                 

En el trabajo de Opicinus, que son alegorías complejas sobre el mundo natural y espiritual, visto a través de los que algunos estudiosos consideran como una personalidad psicótica, se mezclan muchas de los discursos y preocupaciones  de su época, pero  sobre todo está presente la tensión épocal entre las diferentes maneras de concebir lo que nosotros llamamos mapas.



El auge y la tradición de las  cartas antropomórficas empieza en el siglo XVI. En general eran  alegorías de poder, que fueron evolucionando con el tiempo a caricaturas políticas o religiosas. Opicinus es un antecedente, pero sus dibujos tienen una mayor complejidad e imbricación entre cuerpos y representaciones geográficas. Y sugieren una creatividad más libre, menos sometida a las normas estéticas dominantes de la época


"Vaticanus" digitalizado, biblioteca Vaticana